AJO

El ingrediente activo principal del ajo es la alicina. El ajo también contiene otros ingredientes activos tales como enzimas, aminoácidos y sustancias similares a las hormonas que funcionan como las hormonas femeninas y masculinas. Dilata los vasos sanguíneos, actúa como diluyente en la sangre y así mejora la función cardiovascular y disminuye la presión sanguínea. Posee propiedades antioxidantes, reduce los niveles excesivos de colesterol en sangre y evita que el colesterol se deposite en las arterias. Todo esto reduce el riesgo de sufrir arteriosclerosis. Es una alternativa de costo reducido a las drogas recetadas en tales casos a personas con excesos de colesterol. El ajo también es un remedio de gran demanda dadas sus propiedades antibacterianas. No es tan potente como los antibióticos, pero sus efectos son prolongados y no produce efectos colaterales. El ajo puede utilizarse para combatir algunas cepas bacterianas que se hayan tornado resistentes a los antibióticos. Al eliminar bacterias y levaduras nocivas, se reduce la fermentación no deseada en los intestinos. Estimula la producción de bilis y ayuda a aliviar calambres abdominales. También se cree que evita el desarrollo de tumores, disminuye los niveles de glucosa en sangre y reduce los efectos de varios venenos. Efectos colaterales no deseados Rara vez provoca malestares gastrointestinales, reacciones alérgicas o problemas cardiovasculares. Algunas personas no son capaces de tolerar grandes cantidades de ajo crudo y deberían evitar su ingesta con el estómago vacío. Las personas medicadas por hipertensión deben consultar al médico antes de agregar cantidades importantes a la dieta. Modo de uso El ajo debe ser ingerido durante períodos prolongados para que resulte efectivo. La dosis diaria recomendada consisten tres dientes pequeños. Puede agregarse ajo fresco como condimento a una gran cantidad de comidas de todos los días. Existen comprimidos que contienen polvo de ajo obtenido tras un procesod e secado y son tan efectivos como el ajo crudo

TIPS

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